EL HURACAN MITCH EN HONDURAS

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En octubre de 1998, el huracán Mitch azotó a Honduras durante seis días, causando la destrucción más grande registrada en la historia del país (CNN lo denominó "el peor desastre natural del hemisferio occidental). La totalidad del territorio nacional fue afectado. El aparato productivo sufrió daño en todos los niveles, las pérdidas en el sector empresarial fueron multimillonarias, el hato ganadero fue diezmado, los cultivos agrícolas arrasados y se calcula que se requiere de US$ 4,000,000 sólo para reconstruir lo destruido.

La tragedia humana causada por el huracán fue enorme: más de 5 mil muertos, unas 8 mil personas desaparecidas, 12 mil heridos y casi un millón y medio de damnificados. Jamás la población hondureña había sido tan golpeada.

El huracán Mitch desnudó y profundizó la pobreza crónica del pueblo hondureño. Pero esa desgracia también nos da la oportunidad de edificar un país sin las deformaciones del modelo anterior. Esto demanda proponer soluciones estructurales a la pobreza; y es en este punto donde ASJ centra sus acciones: a nivel macro, creando conciencia de la situación, investigando profundamente las causas y cabildeando para que haya leyes más justas para las mayorías pobres. Hasta ahora muy pocas organizaciones no-gubernamentales han trabajado en Honduras en esa área.

Como reacción al desastre causado por Mitch, muchas iglesias protestantes han comenzado a realizar labor social, construyendo viviendas y brindando asistencia alimentaria y médica a los damnificados. Este trabajo lo ejecutan carentes de experiencia previa y sin una visión global del problema de pobreza extrema de los afectados. Simplemente hacen lo que pueden en un sentido asistencialista. Indudablemente, las congregaciones necesitan orientación y mayor concientización sobre el contexto la problemática que tratan de aliviar.

Paralelo a lo anterior, muchas organizaciones de desarrollo que operan en Honduras han visto la pobreza acentuada y sus proyectos descalabrados por el huracán. Esto les ha hecho más conscientes de la necesidad de dar un paso más adelante en su gestión: procurar cambios que permitan un auténtico desarrollo y respeto a los derechos de los pobres. Urgen, entonces, a una labor que mueva al aparato gubernamental a realizar transformaciones de carácter estructural. Buscan organizaciones que se especialicen en ese tipo de cabildeo.

Diez meses después del huracán, el sistema legislativo del país no ha realizado ningún cambio significativo que garantice mayor justicia para los pobres. En lugar de ello se siguen protegiendo a nivel gubernamental los intereses de grupos empresariales y económicos que niegan a los damnificados el acceso a la tierra y la vivienda. Es urgente parar semejante inequidad.

Unas semanas posteriores al huracán, ASJ logró convocar a un grupo de personalidades notables del país, quienes coincidieron en la necesidad de elaborar una Visión para una Nueva Honduras, aprovechando la coyuntura que el desastre natural daba para proponer nuevos cimientos para un nueva nación. Los aportes de estos connotados hondureños cubren diferentes áreas especializadas, como salud, economía, educación, democracia, derechos humanos, política, pobreza, equidad, reforma agraria y religión. Los documentos que se generarán a partir de este grupo serán una fuente rica en ideas transformadoras para nuestra patria.

Es bajo ese marco de oportunidades post Mitch que ASJ ha decidido trabajar a nivel de concientización social, creación de políticas, legislaciones e investigaciones periodísticas. Estas acciones ofrecerán un marco legal que hará más rápido y real el desarrollo y la justicia para la mayoría pobre de la población hondureña.


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